Siendo muy joven Manuel García se iniciaba en este arte marcial y deporte llamado taekwondo. Han pasado más de 40 años desde sus primeros pasosTras sus éxitos nacionales e internacionales, decide volcar y compartir todos sus conocimientos fundando en el actual club en Ciudad Aljarafe, por entonces llamado Cheyukkwan, allá por el año 1982.
En el mundo de esta disciplina conoce a su actual mujer Isabel González. Ambos compartiendo una misma afición y entrega, acabarían enseñando juntos en el club deportivo durante largos años, haciendo de este deporte una prolongación de su propia vida. Con el paso del tiempo llegaron sus hijos Isabel, Manuel y Candela dando un nuevo nombre a la actual escuela IMCA Sport y cambiando la sede del conjunto 24 al actual conjunto 21, dentro del barrio de Ciudad Aljarafe, donde se han sentido muy queridos siempre y formando parte del mismo. Como era de esperar, siguieron desde la más tierna infancia la estela de sus padres con la misma ilusión y pasión. Así se inició una saga familiar de referencia en el mundo del taekwondo en Mairena del Aljarafe y en toda Andalucía.
Como ellos mismos afirman, el taekwondo ha marcado sus vidas, disfrutando de una disciplina que les ha hecho crecer como personas y superarse a sí mismos. Porque el taekwondo es un camino de continua búsqueda de la excelencia.
Ha forjado el carácter y responsabilidad de sus hijos, no sólo cumpliendo con la preparación de su ropa, equipamiento y puntualidad en los entrenamientos, sino también con el cuidado de su propia escuela y hasta de la función educativa, como así ha demostrado muy pronto su hija Isabel, todo ello compaginando con éxito sus obligaciones académicas. Como parte del aprendizaje de esta disciplina, sus hijas, Isabel y Candela, siempre han sido una más con sus compañeros ganándose ellas mismas la confianza y el respeto de ellos desde el primer momento.
Para su hijo Manuel, con discapacidad intelectual, el taekwondo ha supuesto una ayuda inestimable en la ardua y constante superación de sus limitaciones; siempre apoyado y alentado por sus compañeros, hermanas y padres ha conseguido una auténtica integración entre compañeros y amigos. En este aprendizaje de la vida es una de las facetas de las que nos sentimos muy satisfechos.
A día de hoy, tanto Isabel y Manuel como sus hijos disfrutan de este deporte, no sólo entrenando siempre que pueden, sino también compitiendo al más alto nivel, como así atestigua su hija Candela, emulando los máximos éxitos deportivo nacionales de su padre, llegando incluso a participar en competiciones internacionales. Su madre y maestra también ha logrado convertirse en una reconocida competidora de técnica a nivel nacional.
Y tras cuarenta años, el Maestro Manuel, también sigue dando guerra, de vez en cuando, en ambas modalidades de combate y técnica, porque como ha demostrado, no existen límites de edad y condición alguna en este arte marcial, los límites los impone uno mismo.
Pero no han estado solos en esta singladura y están muy contentos de contar con el respaldo de muchas personas que les arropan.
La responsabilidad de arrimar el hombro y remar todos en una misma dirección, siempre ha sido un compromiso voluntariamente adquirido, no sólo por esta familia, sino por todos los que se han acercado a compartir esta práctica. Podemos afirmar que todos los alumnos de este club forman también parte de esta gran familia, disfrutando de la práctica deportiva y de otras muchas actividades, convirtiendo esta escuela en un verdadero lugar de encuentro y reunión de deportistas, familiares y amigos.
Esto ha creado fuertes vínculos de compañerismo que han hecho posible el funcionamiento y organización del club, desde actos puramente sociales hasta la coordinación de vehículos entre padres y entrenadores en desplazamientos a eventos deportivos para sus niños y jóvenes, compartiendo juntos incontables kilómetros de campeonato en campeonato. En todo este recorrido han sido muchos los alumnos que se iniciaron, crecieron y aprendieron junto con Isabel y Manuel, llegando a convertirse en grandes figuras del taekwondo, como su sobrino Manuel Fernández que fuera un gran competidor Andaluz y otros que vinieron a quedarse, convirtiéndose en educadores de primera línea del centro, como la medallista mundial de técnica Rocío Medina, una mujer que siendo niña se inició en el taekwondo en 1990 en este mismo club.
Actualmente esta gran familia sigue creciendo, un modelo a imitar, con alumnos y maestros con más de 25 años de práctica y en activo y con las nuevas generaciones que se inician inspirados por sus padres que fueron o aún lo son, fieles practicantes de este club IMCA Sport, toda una estirpe sinónimo del más genuino taekwondo en la cornisa del Aljarafe.
Autor: Aunmetro:desevilla, publicado el viernes, 16 de septiembre de 2016.